Ahora que el verano ya se ha ido y ya han llegado las primeras nubes grises con recelo a Málaga, nos da una tremenda pena saber que tendrán que pasar muchos meses hasta que podamos volver a utilizar nuestra querida terraza… o no.
Los cerramientos de terraza son la manera perfecta de seguir disfrutando de este espacio en cualquier estación, ya sea para una tarde de lectura, una cena romántica o una comida familiar disfrutando de las vistas.
Ahora bien, hoy vamos a hablar de un tipo en concreto de cerramiento, las cortinas de cristal, una tendencia que está muy al alza.
¿Qué son las cortinas de cristal?
Las cortinas de cristal suponen una forma diferente de cerrar su terraza. Se trata de un cerramiento abatible compuesto de paneles de vidrio montados sobre perfiles de aluminio.
Estos paneles tienen un único punto de conexión superior e inferior con el marco de aluminio, de tal forma que es posible abrir cualquiera de ellos girándolo, o bien replegando todos los paneles a un extremo, dejando el espacio completamente abierto.
El sistema de cortinas de cristal se diferencia en numerosos aspectos con respecto a un cerramiento tradicional (de ventanales de aluminio, por ejemplo).
En primer lugar, no influye en el aspecto del edificio; crea un espacio protegido de las condiciones climáticas, pero sin restar un ápice de espacio o luminosidad.
Al ser todo de vidrio no hay nada que se interponga entre el sol o las vistas, y la estancia, y apenas se nota desde el exterior.
Una alternativa segura y fiable
Estos enormes paneles de vidrio pueden parecerle frágiles, pero debe saber que las cortinas de cristal se fabrican con vidrio templado con paneles que pueden tener un grosor que va desde los 6 mm hasta los 12mm.
Asimismo, el material con el que se fabrican es vidrio templado resistente a impactos. Es decir, que son muy resistentes e incluso en caso de rotura por un fuerte impacto el cristal se podría desintegrar en pedazos inofensivos y muy pequeños. Todo un acierto en seguridad.
Versatilidad
No obstante, la mayor de las ventajas de este tipo de cerramientos es su versatilidad, justo todo lo contrario que con un cerramiento tradicional, ya que simplemente retirando todos los paneles podrá volver a disfrutar de su terraza completamente abierta como si no hubiese instalado absolutamente nada.
Las cortinas de cristal pueden desplegarse o replegarse por completo: cuando hace frío las podemos cerrar y disfrutar del espacio al tiempo que obtenemos una barrera que nos permitirá ahorrar en calefacción y, cuando llegue el calor, las podemos abrir por completo y volveremos a tener nuestra terraza al aire libre.
Como puede comprobar, este tipo de instalaciones tienen mucho que ofrecer, se trata de un elemento que, con una intervención mínima sobre la vivienda, aporta todas las ventajas de un cerramiento convencional.
Es por ello por lo que cada vez más gente demanda cerramientos con cortinas de cristal a profesionales, siendo esta una de las grandes tendencias en casas particulares y en terrazas de fincas, bares u oficinas.
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